Disminuir el riesgo de pérdidas por daños en materias primas productos almacenados o de consumo directo.
Disminuir la pérdida de calidad y cantidad en productos almacenados.
Mejorar el nivel de conocimiento sobre normas de higiene y salubridad más convenientes, y la magnitud e implicaciones que éstas tienen sobre los negocios y la vida.